Vania Ramírez es una fotógrafa mexicana de la que no sabemos mucho más que lo que nos dice su trabajo, siempre trata temas controversiales, desde transtornos mentales hasta feminicidios, desde ropa usada hasta completos desnudos.
Antes de que iniciara la cuarentena del 2020, platicamos y nos pusimos de acuerdo para colaborar con ella, tiempo despúes, en mitad de una pandemia que nos había tenído encerrados ya por tres meses nos reunimos Vania, los tres modelos y yo, cada uno con su respectivo cubrebocas. Ese mismo día me enteré que Don Beto, el plomero y sabio sabelotodo que atendía las emergencias de mantenimiento de Lupe Báez, estaba muy enfermo de Covid19 a tan solo media calle de nosotrxs, ese día en la tienda mi papá lo estaba esperando pero no llegó, a don Beto ya no lo volvimos a ver.
Un rato despúes nos fuimos a ciudad judicial (una zona de oficinas de mi ciudad) y despues a Sonata (una zona comercial). Las calles estaban vacías, los estacionamientos también, las plazas comerciales dentro de sonata se sentian abandonadas, los comercios en las plantas altas desmantelados, nosotros avanzabamos, el ambiente era silencioso.
No me gustaría escribir mucho sobre el resultado de la sesión, quisiera que más bien ustedes lo interpretaran, hay una foto en especial que me hizo llorar. Cuentanos por correo o por ig como te hace sentir esta sesión, platicanos, haznos llegar tus ideas. ¿Cómo interpretas tú la distopía?